250 gr. carne de ternera
Masa quebrada preparada
1 diente de ajo
1 cebolla mediana
1 cebolleta mediana
1 pimiento rojo
¼ taza aceitunas fileteadas
2 huevos duros
1 cucharadita pequeña de comino molido
1 cucharada ají argentino
1 cucharadita de pimentón dulce
Vino blanco
Aceite de oliva virgen
Aceite de girasol para freír
Pimienta
Sal
Las
empanadas criollas son típicas de la provincia de Buenos Aires en Argentina y es
uno de los platos típicos de ese país, que ha logrado extenderse por toda la
geografía española debido a la proliferación de restaurantes y asadores y argentinos
que la incluyen es su carta.
Para
la elaboración de esta receta debemos utilizar carne de ternera que sea muy
jugosa, en este caso he utilizado la entraña que es la parte del diafragma
pegado a las costillas, a este corte le llaman los mexicanos la arrachera, aunque
la receta Argentina recomienda lomo de ternera creo que no es tan jugosa.
Lo
más importante en las empanadas es el relleno y para que quede más jugosa la
carne debe ser cortada a cuchillo, por lo que la cortaremos en tiras finas y
luego hacemos pequeños daditos.
En
el mortero ponemos el diente de ajo, el ají molido, el pimentón, el comino y
una cucharada de vino blanco.
Para
los que no conozcáis el Ají, es una especia que se produce en Argentina no es
muy común fuera de éste país y es un molido grueso/tosco, de varios tipos de
chiles picantes o no. La podéis encontrar en los mercados y como siempre
recomiendo el puesto de mi amigo Antonio Berrocal en La Línea.
Con
la pasta resultante adobamos la carne y sazonamos al gusto con la sal y la
pimienta, esto deberíamos hacerlo el día anterior.
En
una sartén ponemos el aceite de oliva y freímos la carne, esto es solo para
asustar la carne por lo que debemos dejarla solo unos minutos sin que se
consuma su jugo, los argentinos para darles ese sabor especial a las empanadas
criollas utilizan grasa de vaca en lugar de aceite de oliva, pero no es fácil
encontrarla.
Apartamos
la carne con la espumadera dejando el aceite y los jugos en la sartén y
reservamos. Picamos la cebolla y la cebolleta y el pimiento rojo.
Se
sofríen a fuego muy lento en la sartén que tenemos reservada con el aceite y el
jugo donde freímos la carne, sin que se dore solo que se ablande, ponemos un
poco mas de vino blanco.
Cuando
el sofrito se ablande añadimos la carne, rectificamos de sal y dejamos que
reduzca pero que no quede seco, para que la empanada este jugosa.
Apartamos
del fuego y nos ayudamos de un colador para desengrasar un poco, reservamos esa
grasa sobrante por si nos hiciera falta.
Aprovecharemos
solo la clara del huevo duro, que picaremos y las aceitunas lo mismo, aunque ya
las venden cortaditas.
Removemos
todo muy bien y dejamos enfriar, si vemos que se nos quedó muy seco el relleno
añadimos un poco de la grasa que tenemos reservada.
He
utilizado para las empanadillas la masa quebrada de la marca DIA que previamente
hemos dejado fuera del congelador durante unos 20 minutos, hay muchas recetas
por internet para hacer la masa de las empanadillas, pero para no complicarse
mejor utilizar una preparada.
Enharinamos
la encimera y estiramos la masa con el rodillo hasta que nos quede un espesor
de unos 2 o 3 mm ,
buscamos un tazón o recipiente redondo que nos sirva de molde y cortamos las
empanadillas a unos 15 cm
de diámetro, con los sobrantes lo que hacemos es amasarlos y estirarlos para
aprovecharlos de nuevo.
Añadimos
el relleno a cada empanadilla, una cucharada en cada una, eso sí, es muy
importante que el relleno este frío para que la masa aguante bien al freír.
Doblamos
por la mitad humedeciendo el borde y cerramos, sellando muy bien los bordes
trenzando la parte inferior sobre la superior, a esto se le llama repulgo.
Freímos
en abundante aceite de girasol, en pequeñas tandas para controlar bien el calor
de la fritura y que nos quede de un color rubito.
Vamos
retirando y colocándolas en un plato sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Listas
para disfrutar!
El
grado de picante es a gusto del consumidor, le puedes añadir un poco de cayena
o chile picante al mortero cuando este haciendo el adobo.
Se
puede utilizar también las obleas grandes de La Cocinera.
También
las puedes cocinar en el horno precalentado a 180º, pincelándolas con huevo batido.
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