Tiras
de panceta adobada
Ajos
Sal
Hoja
de laurel
Pimentón
picante de la Vera
Vinagre
de Jerez
Aceite
de Oliva
Esta
es una receta con ingredientes muy sencillos, se sirve como tapas en los bares de
Salamanca, Avila y en Extremadura, en cada lugar se las conocen por un nombre diferente, revolconas,
meneás o removidas.
Elegimos
unas buenas patatas que sean del mismo tamaño y las cocemos enteras en
abundante agua, con un buen puñado de sal, una hoja de laurel y un chorrito de
vinagre de Jerez. Comprobamos con un palillo hasta que entre con suavidad,
retiramos.
Dejamos
enfriar un poco, aún calientes, le quitamos la piel y dejamos enfriar, luego las cortamos en dados.
Mientras
se estén cociendo las patatas, vamos preparando el aliño y para ello lo primero
que haremos será cortar la panceta adobada en tiritas, se puede hacer también
con bacón o chorizos.
Luego en
una sartén con un poco de aceite de oliva, ponemos a freír los trozos hasta que
estén doraditos, que no se nos quemen. Retiramos y reservamos en un plato con
papel absorbente. El truco para que queden crujientes, es freírlos dos veces,
dejamos enfriar la primera vez y luego los terminamos de hacer, al igual que
los torreznos.
En
ese aceitito y con la grasita que ha soltado la panceta, freímos los ajos
laminados y cuando estén doraditos apartamos la sartén del fuego, para añadir entonces
el pimentón picante de la Vera a nuestro gusto, vamos removiendo con una
cuchara de madera para que no se queme y luego no nos amargue.
Añadimos entonces el aceitito con los ajos sobre las patatas cocidas y con la ayuda de un tenedor
vamos machacando.
Seguimos hasta conseguir la consistencia de un puré suavito, si es necesario iremos añadiendo
un poco del agua de cocer las patatas, comprobamos de sal.
Incorporamos entonces los trozos de panceta y listas
para servir! Unas sabrosas patatas revolconas!
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