
Ajos
Laurel
Sal y pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Manzanilla de Sanlúcar
Una
receta muy sencilla de preparar, uno de los lugares donde mejor lo sirven es en
la taberna Sol y Sombra de Sevilla, acompañado de unas patatas fritas y una
buena cerveza bien fresquita, o una copa de fino, el solomillo es la
parte del cerdo que más me gusta cocinar, por ser la que menos grasa tiene.
La
carne de cerdo es económica, muy sabrosa y suele gustar a todo el mundo, si es
de cerdo ibérico mejor.
Limpiamos la grasa sobrante y cortamos
el solomillo en medallones no muy gruesos, de unos 0,5 mm de espesor, aplastamos un poco y
salpimentamos por los dos lados.
A
continuación, pelamos los ajos y los cortamos en láminas no muy finas, ponemos
aceite de oliva virgen extra en la sartén y los doramos con cuidado de no
quemarlos, añadimos una hojita de laurel.
Ponemos ahora los trozos de solomillo en la sartén y los doramos por ambos lados.
Añadimos un vaso de Manzanilla de Sanlúcar, o bien cualquier vino blanco fino que
tengáis por casa, cuanto mas bueno sea, mejor sabor aportará.
Dejamos
que se evapore el alcohol y tapamos para que se confiten los ajos. Ya
están listos y para servir.
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