miércoles, 16 de mayo de 2012

CARACOLES EN SALSA (CABRILLAS)


Los ingredientes necesarios: 

1 Kg. Caracoles (Cabrillas)
1 Tomate natural triturado 1Kg
3 Cebollas
Cominos
1 Hoja de laurel
Cayena
50 Gr. Almendras crudas con piel
Pimienta negra en granos
Sal
Aceite de oliva

Esta receta de cabrillas en salsa de tomate y almendras, las hacia mi madre incluso con los caracoles pequeñitos, una delicia que hay que comer con los dedos, para eso hay que engañarlos bien y así no tener que utilizar el palillito. 

Los caracoles se alimentan de las hierbas y plantas que encuentran a su paso por el campo, que les proporcionan sabor y, a veces, elementos nocivos para el hombre. De ahí, la necesidad de someterlos a un ayuno durante unos días antes de consumirlos, en casa los poníamos en una caja de plástico de las frutas, con pan y luego tapados con una red, aunque los que encontramos hoy en los mercados son de criaderos o granjas, por lo que este paso lo podemos pasar.

El primer paso es limpiar muy bien los caracoles con agua y sal frotándolos unos contra otros con las manos, repetir este proceso varias veces hasta conseguir eliminar el máximo de babas.
Después uno a uno los vais pasando a la olla con agua fría donde los vamos a cocinar, observando previamente que los que andan, se mueven o asoman los cuernos están vivos y los que no; hay que tirarlos a la basura, puesto que están muertos.

A continuación los ponemos a fuego muy lento para que vayan saliendo, no lo pongas desde el principio a fuego fuerte porque entonces no los podrás engañar, cuando estén todos fuera poner el fuego fuerte y ya no se volverán a esconder, dejar hervir aproximadamente unos 30 minutos.
Para la salsa ponemos el aceite en la cazuela, freímos las almendras que como indico deben ser con piel, apartamos y dejamos enfriar en el mortero para poderlas majar.
A continuación en ese mismo aceite refreímos los granos de cominos, sin que lleguen a quemarse, ayudándonos de un colador y reservamos.
Añadimos en ese aceite la cebolla cortada en trocitos junto con el laurel y la cayena, cuando estén bien frititas no quemaditas, echamos el tomate natural triturado, refreímos todo junto, ponemos los granos de pimienta y el comino que tenemos reservado, removiéndolo todo con cuidado para que no se nos queme, comprobamos de sal.
 









Hay que tener cuidado en este punto porque el picante que queramos darle a los caracoles dependerá de si ponemos la cayena con la cebolla o la añadimos al final del refrito. 

Aconsejo refreír un poco la cayena con la cebolla y apartarla, luego cuando esta listo todo la añado o no según el grado de picante que tenga en ese momento, ya sabes el refrán de “Caracoles sin picante, no hay quien los aguante”.

A continuación añadimos los caracoles escurridos a la salsa, seguimos rehogando, cuidado al remover para no romperlos.
Es entonces cuando se incorpora la almendra molida por encima de los caracoles, removemos un poco y dejamos reposar, de este modo no se asentarán en el fondo. Comprobamos de sal.

Normalmente los cocino de un día para otro, de esta manera el caracol tomara mejor el sabor de la salsa.

3 comentarios:

María Ángeles dijo...

No soy capaz de comer caracoles, pero tienen una pinta tan rica!!!!

José Miguel Bonmatí Ñeco dijo...

Pues yo estuve en Mexico estas navidades pasadas y me ocurre lo mismo con los chapulines! pero aquí tenemos costumbre desde pequeños y nuestra cultura es de comer los caracoles, allí tienen la de comer los saltamontes y gusanos y en asia comen... bueno mejor no lo digo, jajajaja saludos

Leonor dijo...

Tienen una pinta buenísima. Los haré a ver cómo me salen.